Cuando la tierra es de ellas
Un grupo de mujeres hace historia en Guinea Bissau al convertirse en propietarias de la tierra
Por primera vez en la historia de Guinea Bissau, 320 mujeres son propietarias de los terrenos que cultivan. El proyecto, puesto en marcha por una ONG española y su socia local, ha sido premiado por las Naciones Unidas.
La Constitución de Guinea Bissau garantiza la igualdad de mujeres y hombres, pero por tradición no se aplica
Desde una pequeña aldea en la región de Gabú, al noreste de Guinea Bissau, cultiva una tierra que por primera vez lleva nombre de mujer: el suyo y el de otras 319 propietarias, las primeras y las únicas en todo el país con derechos sobre los terrenos en los que trabajan.
“No tengo dueño, son mis tierras”, dice con firmeza Djenabu. La razón principal de su orgullo está escrita en un título de propiedad, pero por el camino ha cosechado muchos otros éxitos: aprender a leer y a contar, a sembrar con técnicas sostenibles, a salvaguardar sus intereses frente a los de las empresas extranjeras que quieren instalarse en sus territorios, a gestionar sus recursos y diversificar su alimentación…
El proyecto, puesto en marcha en 2011 por la ONG española Alianza por la Solidaridad y su socia en el país africano, Aprodel, acaba de recoger el premio de la agencia de las Naciones Unidas UNHabitat a la mejor práctica de Medio Ambiente del año, entre otras 600 que se presentaron. Un reconocimiento internacional y económico (está dotado con 30.000 euros) que las organizaciones piensan reinvertir para extenderlo a otras zonas de Guinea Bissau.
“No tengo dueño, son mis tierras”, dice con firmeza Djenabu. La razón principal de su orgullo está escrita en un título de propiedad, pero por el camino ha cosechado muchos otros éxitos: aprender a leer y a contar, a sembrar con técnicas sostenibles, a salvaguardar sus intereses frente a los de las empresas extranjeras que quieren instalarse en sus territorios, a gestionar sus recursos y diversificar su alimentación…
El proyecto, puesto en marcha en 2011 por la ONG española Alianza por la Solidaridad y su socia en el país africano, Aprodel, acaba de recoger el premio de la agencia de las Naciones Unidas UNHabitat a la mejor práctica de Medio Ambiente del año, entre otras 600 que se presentaron. Un reconocimiento internacional y económico (está dotado con 30.000 euros) que las organizaciones piensan reinvertir para extenderlo a otras zonas de Guinea Bissau.
“Esperamos que de aquí a poco tiempo esto deje de ser una anécdota,
porque no es sólo una cuestión de la tierra,
sino todo lo que ello supone a nivel de autoestima y
de cambio de mentalidad en una sociedad”
Almudena Moreno,
una de las responsables del proyecto
No obstante, para conseguir los títulos de propiedad, las 320 mujeres tuvieron que salvar otro escollo importante: las altísimas tasas de analfabetismo entre la población femenina agrícola. Aprender a leer, a escribir y contar resultó fundamental no sólo para afrontar siete meses de trámites administrativos, sino para llevar a cabo la contabilidad, conocer los cultivos y las técnicas para hacer sus tierras más productivas.
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