La "Declaración de los Derechos de la Mujer y la Ciudadana", constituye por sí misma un alegato brillante y radical en favor de las reivindicaciones femeninas y una proclama auténtica de la universalización de los derechos humanos.

viernes, 22 de mayo de 2015

LA PRINCESA DE ÉBOLI



LA PRINCESA DE ÉBOLI




Ana de Mendoza y de la Cerda, princesa de Éboli, duquesa de Pastrana y condesa de Mélito, (Cifuentes, Guadalajara, 29 de junio de 1540 - Pastrana, 2 de febrero de 1592) fue una aristócrata española
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Ana de Mendoza pertenecía a una de las familias castellanas más poderosas de la época: los Mendoza. Hija única del matrimonio entre Diego Hurtado de Mendoza y de la Cerda, virrey de Aragón, y María Catalina de Silva y Toledo, se casó a la edad de doce años (1552) con Ruy Gómez de Silva, por recomendación del príncipe Felipe, futuro Felipe II; su marido era príncipe de Éboli (ciudad ubicada en el Reino de Nápoles) y ministro del rey. Los compromisos de Ruy motivaron su presencia en Inglaterra por lo que los cinco primeros años de matrimonio, apenas estuvieron tres meses los cónyuges juntos.
 
 
Fue una de las mujeres de más talento de su época, y se la consideró como una de las damas más hermosas de la corte española. Entre las teorías sobre la causa de la pérdida de su ojo derecho, la más respaldada es la que asegura que la princesa fue dañada por la punta de un florete manejado por un paje durante su infancia. Pero este dato no es claro, quizá no fuese tuerta sino estrábica, aunque hay pocos datos que mencionen dicho defecto físico. En cualquier caso, su defecto no restaba belleza a su rostro; su carácter altivo y su amor por el lujo se convirtieron en su mejor etiqueta de presentación, y ejerció una gran influencia en la corte.

Durante el periodo de su matrimonio la vida de Ana fue estable y no se le conocen andanzas ni problemas. Tuvieron diez hijos:

 

Teresa de Jesús tuvo varios enfrentamientos con la princesa.
Solicitó junto con su marido dos conventos de carmelitas en Pastrana. Entorpeció los trabajos porque quería que se construyesen según sus dictados, lo que provocó numerosos conflictos con monjas, frailes, y sobre todo con Teresa de Jesús, fundadora de las Carmelitas descalzas. Ruy Gómez de Silva puso paz, pero cuando éste murió volvieron los problemas, ya que la princesa quería ser monja y que todas sus criadas también lo fueran. Le fue concedido a regañadientes por Teresa de Jesús y se la ubicó en una celda austera. Pronto se cansó de la celda y se fue a una casa en el huerto del convento con sus criadas. Allí tendría armarios para guardar vestidos y joyas, además de tener comunicación directa con la calle y poder salir a voluntad. Ante esto, por mandato de Teresa, todas las monjas se fueron del convento y abandonaron Pastrana, dejando sola a Ana. Ésta volvió de nuevo a su palacio de Madrid, no sin antes publicar una biografía tergiversada de Teresa, lo que produjo el alzamiento de escándalo de la Inquisición, que prohibió la obra durante diez años.
 

Tras la repentina muerte de Ruy Gómez de Silva en 1573, Ana se vio obligada a manejar su amplio patrimonio y durante el resto de su vida tuvo una existencia problemática. Gracias a sus influyentes apellidos consiguió una posición desahogada para sus hijos. Su hija mayor, Ana, casaría con Alonso Pérez de Guzmán el Bueno y Zúñiga, VII duque de Medina Sidonia; el siguiente, Rodrigo, heredaría el ducado de Pastrana; Diego sería duque de Francavilla, virrey de Portugal y marqués de Allenquer. A su hijo Fernando, ante la posibilidad de llegar a cardenal, le hicieron entrar en religión, pero escogió ser franciscano y cambió su nombre por el de Fray Pedro González de Mendoza (como su tatarabuelo el Gran Cardenal Mendoza), y llegaría a ser arzobispo.

Debido a su alta posición, mantenía relaciones cercanas con el entonces príncipe y luego rey Felipe II, lo que animó a varios a catalogarla como amante del rey, principalmente durante el matrimonio de éste con la joven Isabel de Valois, de la cual fue amiga. Lo que sí parece seguro es que, una vez viuda (1573) sostuvo relaciones con Antonio Pérez, secretario del rey. Antonio tenía la misma edad que ella y no se sabe realmente si lo suyo fue simplemente una cuestión de amor, de política o de búsqueda de un apoyo que le faltaba desde que muriera su marido.
 
 
 Estas relaciones fueron descubiertas por Juan de Escobedo, secretario de Juan de Austria (hijo natural del rey Carlos I), quien además mantenía contactos con los rebeldes holandeses. Antonio Pérez, temeroso de que revelase el secreto, le denunció ante el rey de graves manejos políticos y Escobedo apareció muerto a estocadas, de lo que la opinión pública acusó a Pérez; pero pasó un año hasta que el rey dispuso su detención. Los motivos de la intriga que llevaron al asesinato de Escobedo y a la caída de la princesa no son claros. Parece probable, junto a la posible revelación de la relación amorosa entre Ana y Antonio Pérez, también la existencia de otros motivos, como una intriga compleja de ambos acerca de la sucesión al trono vacante de Portugal y contra Juan de Austria en su intento de casarse con María Estuardo.

 

Palacio Ducal de Pastrana, lugar del encierro de la princesa de Éboli.
La princesa fue encerrada por Felipe II en 1579, primero en el Torreón de Pinto, luego en la fortaleza de Santorcaz y privada de la tutela de sus hijos y de la administración de sus bienes, para ser trasladada en 1581 a su Palacio Ducal de Pastrana, donde morirá atendida por su hija menor Ana de Silva (llamada Ana como la hija mayor de la Princesa, se haría monja luego) y tres criadas. Es muy conocido en dicho palacio el balcón enrejado que da a la plaza de la Hora, donde se asomaba la princesa melancólica. Tras la fuga de Antonio Pérez a Aragón en 1590, Felipe II mandó poner rejas en puertas y ventanas del Palacio Ducal.
 
 
No está tampoco muy claro el porqué de la actitud cruel de Felipe II para con Ana, quien en sus cartas llamaba "primo" al monarca y le pedía en una de ellas "que la protegiese como caballero". Felipe II se referiría a ella como "la hembra". Es curioso que mientras la actitud de Felipe hacia Ana era dura y desproporcionada, siempre protegió y cuidó de los hijos de ésta y su antiguo amigo Ruy. Felipe II nombró un administrador de sus bienes y más adelante llevaría las cuentas su hijo Fray Pedro ante la ausencia de sus hermanos.
Falleció en dicha localidad en 1592. Ana y Ruy están enterrados juntos en la Colegiata de Pastrana
 
 
 

miércoles, 20 de mayo de 2015

21 DE MAYO DE 1932 - Amelia Earhart



 
21 DE MAYO DE 1932
 
 
 
Cinco años después de que Charles Lindbergh lo lograra, la aviadora americana Amelia Earhart se convierte en la primera mujer en atravesar en solitario el Océano Atlántico a los mandos de un avión.
 
 Amelia regularmente enviaba cartas a George, y en una de ellas escribió: «Por favor debes saber que soy consciente de los peligros, quiero hacerlo porque lo deseo. Las mujeres deben intentar hacer cosas como lo han hecho los hombres. Cuando ellos fallaron sus intentos deben ser un reto para otros».
 
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Amelia Mary Earhart (Atchison, Kansas, 24 de julio de 1897 – desaparecida en el océano Pacífico, 2 de julio de 1937) fue una aviadora estadounidense, célebre por sus marcas de vuelo y por intentar el primer viaje aéreo alrededor del mundo sobre la línea ecuatorial.
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 Sus primeras clases de aviación las obtuvo de la instructora Neta Snook, otra piloto pionera. Durante esa época logró adquirir un prototipo del aeroplano Kinner al que llamó «el Canario», en el que sufrió algún que otro accidente, cosa común en esa época por la poca fiabilidad de los motores y la lentitud de las naves. Su instructora no le daba mucha credibilidad como piloto, una opinión que no abandonaría durante su carrera. Ya en octubre de 1922 consiguió su primer récord de altitud al volar a 14 000 pies (4267 metros) de altura. Para 1923 obtuvo la licencia de piloto de la Federación Aeronáutica Internacional, siendo la decimosexta mujer en recibirla.

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Amelia dejó por un tiempo la aviación y compró un automóvil, al que puso el sobrenombre de The Yellow Peri (‘el peligro amarillo’), en el que llevó a su madre a través del país rumbo a Boston. Al ser los automotores aún una novedad, la gente se interesaba por ella y le preguntaba de dónde venía.
En 1927 se unió a la Asociación Aeronáutica Nacional (capítulo Boston). Se dedicó a invertir dinero para construir una pista de aterrizaje, vendió aviones Kinner y promovió la aviación, especialmente entre mujeres. Ya comenzaba a hacerse un nombre en la sociedad. El Boston Globe la reconocía como una de las mejores pilotos de Estados Unidos.

 

Amelia Earhart en 1930.
El Lockheed Vega 5b pilotado por Amelia Earhart, en el Museo del Aire y del Espacio en Washington D. C.
En abril de 1928, Amelia recibió una llamada que cambiaría su vida: el capitán H.H. Railey le preguntó si quería ser la primera mujer en cruzar el océano Atlántico. La idea de la aventura había sido de Amy Guest, una aristócrata estadounidense que había adquirido un Fokker F.VII. En un primer momento, ella era quien pilotaría la nave, pero, por presiones de su familia, había desistido. Entonces, la familia Guest contrató a George Putnam, un publicista de Nueva York, para que encontrase la mujer indicada.

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Después de conocer a los coordinadores de la travesía, se decidió que Amelia acompañara al piloto Wilmer Stultz y al mecánico Louis Gordon La nave fue bautizada como Friendship (amistad), y despegó el 3 de junio de 1928 hacia Halifax, Nueva Escocia. Tras esperar a que mejorase el tiempo, partieron hasta el 18 rumbo a Europa. Llegaron a Burry Port, en el sur de Gales, (con poca gasolina) y no a Irlanda, como habían planeado. La misma Amelia reconoció que todo el trabajo lo hicieron los pilotos, pero al llegar los reporteros los ignoraron y la abordaron a ella.Después recibió felicitaciones del mismo presidente Calvin Coolidge. A raíz de este viaje empezó a ser conocida como Lady Lindy, por su parecido al aviador Charles Lindbergh.
Su fama creció en los medios de comunicación y comenzó a dar conferencias gracias al trabajo de Putnam. Él la ayudó a publicar su libro Veinte horas, cuarenta minutos, y también la acompañaba a todas partes. Fue tal la afinidad entre ambos que contrajeron matrimonio en 1931.




Earhart continuó impulsando la aviación entre las mujeres, tanto que organizó una carrera aérea para féminas a través del país en 1929, de Los Ángeles a Cleveland, que fue llamada The powder-puff derby. Fundó la organización Las noventa y nueve en su habitación de hotel en Cleveland con otras pilotos, pues incluía a 99 miembros. Fue su primera presidenta. En 1930 ayudó a formar y fue vicepresidenta de relaciones públicas de una aerolínea entre Nueva York, Filadelfia y Washington. Su carrera como aviadora no fue interrumpida, pues rompió récords de velocidad para mujeres en su Lockheed Vega.
A esta altura de su vida sentía que era la oportunidad de hacer un vuelo sola por el Atlántico, pues otras mujeres estaban a punto de intentarlo, y George la estimulaba para mantener su nombre en primer plano. Hasta 1932 nadie había hecho un viaje en solitario desde Lindberg. Ella haría el viaje desde Harbour Grace, Terranova y Labrador, a Gran Bretaña. El 20 de mayo, exactamente 5 años después de Lindy, montada en un Lockheed Vega modificado, realizó el viaje.
Puesto que no tomaba café o té, Amelia se mantenía despierta oliendo sales. Sólo llevaba un termo con sopa y una lata de jugo de tomate. Llegó fuera del punto planeado en Derry, en el norte de Irlanda. Bajando del avión le preguntó a un hombre que se acercaba y tuvieron la siguiente conversación:
—¿Donde estoy? —preguntó Earhart.
—En el pastizal de Gallegher. ¿Vienes de lejos?
—De Estados Unidos —respondió ella.
En esa travesía impuso más marcas: primera mujer en hacer un vuelo solitario en el Atlántico, primera persona en hacerlo dos veces, la distancia más larga volada por una mujer sin parar y récord por cruzarlo en el menor tiempo.
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Los reconocimientos se acumularon. Hizo un tour por Europa; en Nueva York hizo un recorrido bajo lluvia de papeles; el presidente Hoover le condecoró con la medalla dorada especial de la National Geographic Society; recibió las llaves de varias ciudades; fue votada la mujer más destacada el año. El congreso la condecoró con la Distinguished Flying Cross, otorgada por primera vez a una mujer.
En 1934 anunció a George que la próxima aventura seria un vuelo a través del Pacífico, desde Hawái a California, y después a Washington. Diez pilotos lo habían intentado y murieron. Salió de Honolulu el 11 de enero de 1935 y aterrizó en Oakland, California, ante una multitud que la vitoreaba. Roosevelt le envió sus felicitaciones. Ese mismo año realizó el primer viaje solitario de Los Ángeles a Ciudad de México, y de allí a Newark, Nueva Jersey.
Ya en 1935 comenzó a planear hacer un viaje alrededor del mundo. El Lockheed Electra 10E fue la máquina elegida. De realizarlo marcaría dos hitos: la primera mujer en hacerlo y la mayor distancia posible circunnavegando el globo en su ecuador. Según ella era el vuelo que le quedaba por realizar.


 

sábado, 9 de mayo de 2015

AVANZADORAS - 12 mujeres avanzadoras de América Latina, África y Asia

12 mujeres avanzadoras de América Latina, África y Asia




Oxfam Intermón publica el disco libro solidario 'Avanzadoras': 12 canciones homenaje y 12 historias reales de mujeres que pelean por los derechos.




Sole Giménez, Lamari, María de Medeiros, Leonor Watling y Pilar Jurado, entre otras, ponen la música al proyecto.

 
Rosa Montero, Julia Otero, Carmen Sarmiento y González-Sinde son algunas de las que ponen letra a los testimonios.
 
 
'AVANZADORAS', es un disco que se lee, es un libro que se escucha.
 
 
12 grandes cantantes, 12 reconocidas escritoras y periodistas y 12 ilustradoras
 
12 mujeres avanzadoras de América Latina, África y Asia
 
 
EL DISCO.
 
Ana Belén, Estrella Morente, Leonor Watling, Lamari de Chambao, María Dolores Pradera, María de Medeiros, Maika Makovski, La Shica, Rosa León, Pilar Jurado y la propia Sole Giménez. También han colaborado la irlandesa Eleanor McEvoy, la colombiana Andrea Echeverri, las brasileñas Paula Morelenbaum y ThaïsMorell, la mexicana Rosalía León (componente del grupo Gliesse 229), SophieMaricq (del Berklee College of Music) y Neus Ferri (participante de la primera edición de “La Voz”).
 
   EL LIBRO
 
Rosa Montero y Elvira Lindo, periodistas como Carmen Sarmiento, Julia Otero, Carme Chaparro, Marta Nebot, Jineth Bedoya, Virginia Pérez Alonso, la filósofa Victoria Camps, la cineasta Ángeles González Sinde, la modelo y presentadora Judit Mascó y la directora de comunicación de Oxfam Intermón Lucila Rodríguez-Alarcón.
 
DIBUJOS
 
 Coqué Azcona, Carla Berrocal, Tatiana Boyko, Cachetejack, Cristina Daura, Carole Hénaff, Inma Lorente, María Luque, Marina Molares, Marisa Morea, Antonia Santolaya y Lina Vila.
 
LAS PROTAGONISTAS
 
Perla Álvarez de Paraguay, Relinda Sosa de Perú, Johanna Izurieta de Ecuador), tengan un trabajo digno y sean autónomas económicamente (Mariam Nama de Burkina Faso, Charifa Beja de Marruecos, Niyotara Fainés de Burundi, María Teresa Moreno de España), tengan una vida libre de violencia (María Eugenia Cruz de Colombia, María José Díaz Reyes de Nicaragua, María Morales de Guatemala) y acceso a salud y educación (Moon Sharma de la India). O mujeres que simplemente intentan sacar adelante a sus familias como Martha Nyandit, que vive en el mayor campo de desplazados de Sudán del Sur.
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
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